El próximo día 1 de diciembre hará dos años que inicié mi andadura sindical. En todo este tiempo, algunos afiliados y representantes sindicales pertenecientes a sindicatos NO INDEPENDIENTES en la Policía Local hemos sido víctimas de auténticos atentados contra la libertad sindical y de expresión. No quiero detenerme en lo pasado pero, evidentemente, tampoco pretendo olvidarlo.
A pocos días de su comienzo en la etapa sindical, uno de los delegados de CCOO en la policía local ha sido nuevamente victima de una agresión. Algún fanático sectario ha introducido en su taquilla un palustre de albañil (posiblemente simulando la hoz y el martillo) llenando su ropa de trabajo de arena y cemento.
Recuerdo la pasada campaña electoral, cuando propuse al Secretario y Delegados del Comité Local de la USO visitar la Jefatura de Policía, con el fin de colgar algún cartel en el tablón de anuncios destinado a los sindicatos, la extraña sensación que éstos tuvieron al visitar nuestras dependencias.
"Hacer sindicalismo en la Jefatura de Policía Local es como hacer política NO INDEPENDENTISTA en el País Vasco". Esa fue la única explicación que pude darles para que entendieran esa "extraña" atmósfera de rechazo que percibieron mis compañeros de sindicato.
Así son, y así están aún las cosas.
Desde este espacio, quiero expresar mi contundente condena y rechazo, no sólo a éste, sino a los reiterativos atentados de los que hemos sido víctimas los afiliados y delegados sindicales de la USO y CCOO, pero sobre todo quiero lanzar un claro mensaje a esos extremistas reaccionarios:
Por mucho que lo intentéis, este giro sindical es irreversible.
Nada es como fue, y nada volverá a ser como aún soñáis en vuestro delirio de grandeza.El delegado sindical de la USO
José Martos Moya.